El martes, 14 de abril de 2015,
por la tarde soñábamos ritmos celtas ancestrales en compañía de Kepa Junkera
(Bilbao, 1965) y tres componentes de Sorginak, Eneritz, Amets y Alaitz, en Dar
Takafa, Casa de la Cultura de Tetuán, como parte de la variada programación del
Trigésimo primer abril cultural.
El concierto pretendía una pequeña historia de la trikitixa,
instrumento que ha alegrado a gentes de todos los tiempos y lugares, y les ha
acompañado en romerías, despedidas, amores, desamores y toda suerte de
celebraciones y festejos. Pero pronto nos dimos cuenta de que con las
interpretaciones del gran maestro y las percusiones y
bailes de las tres hechiceras, era más bien una gran historia con mayúsculas, y sobre todo un homenaje
emocional y afectivo a muchos compañeros y compañeras de viaje de los treinta y
cinco años que Kepa Junkera lleva investigando, recuperando, reinterpretando y
reinventando ritmos de Euskal Herria y textos de sus habitantes.
Kepa Junkera y tres componentes del grupo Sorginak en concierto en la Casa de la Cultura de Tetuán. 14 de abril de 2015 |
Hubo también un lugar especial
para el irrintzi, grito tradicional
cuyo origen se sitúa en la necesidad de comunicación natural entre los valles
vascos. Actualmente se ha mantenido como forma de expresar júbilo e incluso
reivindicaciones políticas en celebraciones colectivas. El irrintzi "se
echa" y, sin articular palabras concretas, se convierte en un signo que funciona
como manifiesto y reclamo de identidad, o incluso como "grito de
guerra". "El grito se convierte en sistema sintáctico básico en los
límites del lenguaje", en palabras de la artista Itziar Okariz.
Kepa Junkera en la Biblioteca Vicente Aleixandre horas antes del concierto. |
Y también tuvo su espacio en
escena la alboka (PDF, 278 KB), instrumento que se
debió oír en los verdes valles guipuzcoanos, vizcaínos y alaveses desde el
principio de los tiempos entre pastores, pastoras y rebaños, acompañando
divertimentos, encuentros, desencuentros y duras labores, en primaveras y en
inviernos.
El grupo Sorginak (cuyo nombre
traducido al castellano viene a ser hechiceras, brujas, mujeres sabias) está
compuesto por siete guipuzcoanas jóvenes, muy jóvenes. Sólo tres de ellas nos
acompañaron durante el concierto. Amets además celebraba su décimo octavo
cumpleaños y pudimos felicitarle cantando. Valses, fandangos, arinaris,
porrusaldas y otras alegres jotas dieron color y ritmo a
la sala de conciertos; animaron las palmas y los aplausos del público y
despertaron un montón de emociones. Fue una muy atinada selección de pasos que
forman parte del rico patrimonio de las danzas en Euskadi (PDF, 3,6 MG).
Un fuerte aplauso y un gran
abrazo para Kepa Junkera, Amets Ormaetxea, Alaitz Escudero y Eneritz Aulestia,
desde Tetuán, a donde esperamos regresen pronto. Y para quienes no pudieron
asistir, en la Biblioteca Vicente Aleixandre del Instituto Cervantes de Tetuán
contamos con una selección discográfica que podrá darles noticia de la labor de
este artista que se une a los instrumentos que conoce bien para sacar los
mejores sonidos de ellos y dibujarnos una sonrisa en el rostro de quienes lo
escuchamos en esa simbiosis de lo humano con los lenguajes musicales:
- Junkera, Kepa. Etxea [dos discos y dos folletos]. Madrid: Warner Music Spain, 2008.
- Junkera, Kepa. K [dos discos y folleto]. Madrid: EMI Odeon, 2003.
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