lunes, 16 de diciembre de 2019

Club de lectura: La boca de los cien besos, de Tula Fernández


El último club de lectura de la biblioteca de este año se celebró junto con el club de lectura de la Biblioteca Pública Adolfo Suárez de Ceuta, y tuvo como invitada especial a la autora de un libro que nos dejó a todos gratamente impresionados: La boca de los cien besos, de título y cubierta sugerente. Se trata de la ópera prima de la filóloga Tula Fernández, una bonita historia que se desarrolla en tres ciudades y en dos épocas diferentes, para la que utiliza una interesante variedad de técnicas narrativas que nos llevan del realismo mágico de Gabriel García Márquez con matices de Laura Esquivel, a la novela policíaca de Leonardo Padura, en las descripciones e historias que se desarrollan en Cuba a lo largo del s.XX. Todo escrito por una apasionada escritora que el pasado jueves nos ofreció con una amplia sonrisa lo mejor de sí misma, compartiendo con sinceridad y mucha alegría todo su proceso creativo frente a un nutrido grupo de lectores preparados para descifrar las cuestiones más enigmáticas y destacadas del libro. Diferentes puntos de vista que enriquecieron sin duda la lectura de todos, así como las impresiones que teníamos antes de juntarnos a comentar la obra en compañía. Radio Televisión de Ceuta realizó para la ocasión un bonito reportaje sobre este club de lectura y el periódico El Faro de Ceuta también se hizo eco del encuentro.

Algunos de los lectores al finalizar la sesión del club de lectura en la Biblioteca Vicente Aleixandre.
El público, numeroso y agradecido, pudo compartir con la autora sus mejores impresiones acerca de los personajes y de las reflexiones del libro, con importantes valores que la escritora pone sobre la mesa, tan necesarios en esta actualidad feroz en la que estamos inmersos. Todo ello contado con un lenguaje exquisito, propio de una gran profesora y experta de lengua y literatura española, que deja percibir cómo disfruta inventando personajes e historias, al mismo tiempo que transmite sentimientos profundos que vienen y llegan directamente al corazón. Una novela agridulce que se lee con una sonrisa en la boca y un pellizco en el corazón, comentaba una lectora, una frase que bien puede resumir los sentimientos contradictorios que aparecen en la novela, en la bondad de algunos personajes y en la maldad y dureza de la vida en otras situaciones: amores más poderosos que los lazos de sangre, historias de migraciones y exilios, hábitos que dejar de lado para abrirse a otros mundos nuevos, pesadas mochilas que llevan dentro antiguas costumbres que nos retumban en la cabeza... muchos temas, situaciones, sentimientos y grandes decisiones, que hacen de esta lectura una maravillosa evasión, como nos gusta a los miembros del club de lectura de la Biblioteca Vicente Aleixandre de Tetuán.

Una novela llena de color, de música, de esperanza, de amor en diferentes formas, y que junto al suspense de la historia como hilo conductor, nos deja sin aliento, en una lectura compulsiva, amena y con ganas de más. Descripciones e historias de personajes que se sitúan en Miami o en Cuba, pero comunes a muchos países. Sarcasmo e ironía en una protagonista que puede ser perfectamente reflejo de muchas mujeres repartidas por el mundo entero. Originalidad y potencia en la forma y en el fondo. Una novela de gran actualidad, redonda, preciosa y muy recomendable. Estamos deseando leer su próximo libro, La inocencia de los sublimes, donde aparcará un poco esa influencia de la narrativa latinoamericana para dejar paso al suspense que ya aparece en esta novela, y al que nos tiene ya muy enganchados.

Si os ha interesado el libro, os invitamos a leer una bonita reseña del mismo de la pluma de un miembro del club de lectura de Ceuta que no pudo asistir y nos dejó sus impresione que fueron leídas al comienzo de la sesión; y otra noticia del encuentro escrita por un miembro del club de lectura de Ceuta, que sí pudo estar presente.

miércoles, 11 de diciembre de 2019

Bernabé López García sobre el Padre Lerchundi


La lluviosa tarde del 4 de diciembre Bernabé López García llenaba la sala del Instituto Cervantes de Tetuán para contarnos la vida y obra del padre franciscano José Lerchundi, contextualizando su recorrido personal y profesional en un periodo de Marruecos de grandes cambios, y en el principio de la apertura al viejo continente europeo. Durante la conferencia sus conocimientos y relaciones entre sucesos nos mantuvieron completamente absortos. Muchas de las anécdotas estaban referidas a la ciudad de Tánger, porque si hay algo que conoce bien Bernabé es la ciudad de Tánger a lo largo de todas sus épocas, especialmente los siglos XIX y XX.  Algunas de esas anécdotas mencionaban la catedral proyectada por Gaudí, ser la primera ciudad con alumbrado público de Marruecos, y con reloj público también, colocado en en febrero de 1884 por Antonio Canseco, el mismo relojero que instaló el de la madrileña Puerta del Sol. Y otras historias dentro de la Historia se pueden encontrar en el último libro presentado por Bernabé López García en Tetuán: Tánger, 1916-1924: radiografía de la ciudad del Estrecho en vísperas del Estatuto.

El padre franciscano José Lerchundi
Y más allá de anécdotas, un importante hecho histórico determina el devenir de la historia compartida entre España y Marruecos: la Guerra de Tetuán en 1860, un suceso que genera en los españoles un interés renovado por Marruecos. Bernabé nos lo mostraba en estudios demográficos comparativos de la ciudad de Tánger, una ciudad ya establecida como pre-internacional, al ser capital diplomática de Marruecos, por decisión del monarca Sidi Mohamed Ben Abdellah a finales del s.XVIII, ilustrado, como sus coetáneos y homólogos europeos. Las inscripciones consulares se disparan, y los cementerios, de Tánger y Tetuán dan fé de este interés y de esta inmigración en masa desde Europa. Bernabé ilustraba la situación aludiendo a las pateras que en ese momento marchaban en sentido contrario al actual. América estaba muy lejos, y Marruecos, tan sólo a unos pocos kilómetros, se presentaba como el lugar idóneo para desarrollar una nueva vida.

Y es en estos momentos en los que José María Lerchundi (Orio, Guipúzcoa, 1836 - Tánger, 1986), misionero franciscano, arabista, diplomático y hasta músico por momentos, pasó tres intensas décadas de su vida entre Tánger y Tetuán. Fue el Colegio de Misiones para Tierra Santa y Marruecos, de Priego (de Córdoba), donde culminó su formación religiosa, y el punto de partida de su incursión en el mundo árabe, que le lleva poco tiempo después a llegar a Marruecos por el puerto de Tánger, en 1860, y a Tetuán en 1864, al ser nombrado superior de la Misión de Tetuán. 

En 1877, al morir el Padre Miguel Cerezales, Lerchundi es nombrado Prefecto Apostólico de la Misión Franciscana en Marruecos. Y ya desde Tánger su obra fue grandiosa, piadosa, y sumamente romántica: creó Casas Misiones y asociaciones, impulsó escuelas, hospitales, y promoción de viviendas humildes, estuvo siempre al lado de los necesitados y su bondad e inteligencia eran reconocidos en todos los círculos sociales. En su dimensión política, asumió las ideas de Joaquín Costa para desarrollar las relaciones entre España y Marruecos en armonía. Se posicionó frente a la abolición de la esclavitud, informaba de las dificultades comerciales entre ambos países por la incursión de las grandes potencias europeas, realizó tareas de intérprete con importantes misiones diplomáticas, entre ellas en la Guerra de Melilla, aún estando ya en ese momento muy débil de salud; y hasta el mismo monarca Hassan I se apoyó en él para asegurar su reconocimiento en el exterior. 

Debido a su delicada salud, en determinados momentos tiene que dejar su cargo y aprovecha para dedicarse por entero al estudio de la lengua árabe, de donde saldrán posteriormente importantes publicaciones sobre gramática y vocabulario del árabe marroquí. De su faceta como arabista destaca Rudimentos del árabe vulgar marroquí (1872), un verdadero glosario no sólo de términos lingüísticos, sino de situaciones y realidades para comunicarse en este país; y el Vocabulario español-arábigo del dialecto de Marruecos. El arabismo académico fue despectivo con los arabistas franciscanos, así como posteriormente lo fue también con el arabismo militar, y sin embargo nos contaba Bernabé situaciones en las que importantes arabistas  y estudiosos de Al-Andalus, llegaban a Marruecos con un perfecto conocimiento de la cultura y la lengua de época andalusí, pero completamente incapaces de comunicarse con los lugareños del s.XIX, requiriendo entonces de los franciscanos para poder entenderse.

La bibliografía que compartió el profesor López García con los presentes, a partir de la que se gesta esta conferencia, se puede encontrar en la biblioteca y en línea: