jueves, 10 de noviembre de 2016

La Botica del Libro y el mundo asociativo en el Centro Cultural Lerchundi de Martil.


El pasado lunes 31 de octubre vinieron a visitar Marruecos 37 miembros de la asociación La Botica del Libro, una asociación que lleva diez años en activo, trabajando en proyectos sociales en torno a la interculturalidad, con las bibliotecas como herramientas fundamentales para el desarrollo de las personas. Un proyecto que confía en las bibliotecas como espacios culturales que puedan compensar las desigualdades sociales y servir como los principales agentes para el progreso y la dignidad humana. Podéis conocer un poco más a esta institución en un artículo escrito por ellos mismos en el nº 28 de la revista Mi Biblioteca.

Presentación en la sala de lectura de la biblioteca del Centro Cultural Lerhcundi de Martil
El Centro Cultural Lerchundi de Martil les abrió sus puertas para presentar el proyecto a todos los interesados, y unas calurosas palabras de Francisco Jiménez Maldonado, Paco para los amigos, iniciaron esa tarde de presentaciones y debate en torno al mundo asociativo. Paco, al igual que los miembros de La Botica, cree en las bibliotecas, no sólo como espacio de aprendizaje y de conocimiento, sino de intercambio de experiencias vitales. Espacios donde compartir ideas más allá de la materia de estudio. Paco asegura estar interesado en conocer a las personas en cuanto cruzan la puerta de entrada, esta antigua iglesia se ha convertido en un centro cultural donde la biblioteca preside el espacio de encuentro entre personas de diferentes religiones, razas, nacionalidades… un orgullo para sus responsables y para todos los que podemos disfrutar de vez en cuando de sus espacios y actividades. Celebramos además, su XX aniversario este año, que ya han conmemorado con exposiciones fotográficas, mesas redondas y encuentros de todos los participantes que a lo largo de estas dos décadas han hecho posible el proyecto. Desde aquí les enviamos nuestras felicitaciones más grandes y cariñosas, porque se lo merecen.

Paco entregó el micrófono a la actual responsable del proyecto La botica del libro, quien especificó que se trata de un proyecto de intervención social a través del libro y la lectura.  ¿Por qué botica? Porque al igual que los medicamentos elaborados por responsables boticarios, un libro puede curar el alma. El proyecto nació en un barrio marginal de Murcia, donde se ofrecían libros y rincones de lectura para todas las edades, además de meriendas saludables, cursos de refuerzo educativo o talleres de teatro y animación a la lectura.

Portada del libro, creación de La Botica del Libro. 
Después de la presentación de la asociación, nos presentaron un libro creado por ellos mismo con historias de alumnos migrantes, en su mayor parte procedentes de Marruecos, que una profesora de lengua y literatura del centro de educación de adultos, recopiló y seleccionó para su publicación. Un ciclo, en palabras de la profesora, que se cierra con la edición de este libro, y con su presentación en tierras marroquíes. La ilustradora del libro, emocionada por la preciosa obra que entre todos habían creado, y cuyo toque mágico confiere a la obra un objeto mucho más atractivo y preciado, nos reveló que es uno de los proyectos más bonitos en los que ha trabajado, de una actualidad total, y con un reto delicado, captar la esencia de esos relatos, tan duros como reales y actuales. En definitiva: palabras con vida alimentadas con algunas lágrimas y mimadas con cariño.

Tras la lectura de algunos relatos, se fueron presentando otras asociaciones antes del coloquio final entre todos. La siguiente asociación fue Estrella de Fifi, una antigua casa familiar en la región de Chauen que sirve ahora de plataforma para el empoderamiento de las mujeres rurales impartiendo formaciones y fomentando el desarrollo del turismo rural local, sostenible y adaptado a los recursos de la zona. Otra asociación que presentó sus proyectos esa tarde fue Manos Solidarias, compartiendo con el público asistente algunos vídeos que cuentan por sí solos la labor que hacen en la zona norte de Marruecos desde 2010.

Y así empezó el debate en torno la inmigración, con expertos e interesados de ambas orillas en contraste y unión, con testimonios y experiencias personales, y posibles diálogos, que permitan conocer las causas y las consecuencias de este fenómeno, y la valoración y puesta en común entre todos, de allí y de aquí, España y Marruecos, de una batería de posibles soluciones.

Una tarde llena de experiencias y de debate, como solo es posible en este místico espacio, una iglesia convertida en biblioteca, con una puerta siempre abierta para el intercambio y la escucha. Esperamos que sigan otros veinte años más con la misma energía y permitiendo la misma magia.