martes, 13 de julio de 2021

Club de lectura: Una novela criminal, de Jorge Volpi

Jorge Volpi, intelectual mexicano, inquieto y polifacético, un escritor del Renacimiento o simplemente una persona dispersa, como decía el mismo autor en clave de humor, nos regaló la tarde del sábado, desde Salamanca, a las orillas del Tormes, una maravillosa segunda edición del club de lectura 4 Lecturas 4 Continentes, en torno a la literatura, dedicada concretamente a la lectura Una novela criminal, Premio Alfaguara 2018. Política y literatura, poder e intelectualidad, esta relación es el motor de escritura de este autor valiente, comprometido, que no deja en ningún caso indiferente y que relata la cruda realidad tal y como es, para que después, el lector, pueda sacar sus propias conclusiones. 

Nos contaba como el Derecho, la carrera escogida en su juventud, nunca le apasionó y que, sin embargo, se ha visto obligado a ponerlo en práctica y a utilizar los conocimientos adquiridos en diferentes circunstancias, por ejemplo la novela que nos ocupaba, Una novela criminal, para la que estuvo cinco años investigando y leyendo expedientes, en el afán de recomponer un puzle que, bien tamizado, pudiera entregar a los lectores. Una historia donde además de relatarnos la vida y sucesos de Vallarta y Cassez, se pusiera sobre la mesa la manipulación política, la vulnerabilidad de los ciudadanos antes los medios de comunicación, y un sistema de justicia fallido, en este caso, en México.

Una novela criminal fue la vuelta para este escritor a escribir sobre su país, México, después de la novela La guerra de las palabras, el movimiento zapatista del año 1994, y que para él es el suceso mexicano más importante de los últimos tiempo por el impacto que tuvo a nivel mundial, por esa relación que el subcomandante Marcos tenía con intelectuales de todas partes del mundo. Y volvió a escribir sobre México después también de reivindicar durante varios años que los escritores latinoamericanos pudieran escribir sobre temas más allá de sus fronteras. 

Volpi, junto con esos otros escritores del Movimiento Crack, que él denominaba este sábado un grupo de amigos, que comenzó mientras estudiaban el bachillerato con tres integrantes y después se conformó con otros dos más y hasta 1993 no tuvieron nombre, comenzaron como un grupo de lectura y escritura que cometían excentricidades tales como la escritura a cuatro manos. Algunos mencionaron a Roberto Bolaño, como posible integrante, aunque chileno, de este grupo literario. Precisamente este grupo buscaba legitimidad para escribir sobre otros temas que no fueran puramente mexicanos, romper con el boom latinoamericano, sin embargo, al volver a México después de largas temporadas fuera, Volpi regresó en plena guerra abierta contra el narcotráfico, y se encontró con cadáveres, violencia, corrupción… ¿Cómo no escribir sobre todo eso? Ahora sí, quería volver a escribir sobre México, sobre lo que estaba pasando, y el caso Vallarta-Cassez le permitía, además de contar la intrigante historia, denunciar el sistema de justicia fallido en su país, consecuencia de esa ola de violencia tan terrible. 

Nos contó las razones que le llevaron a escribir esta novela, la historia era muy buena, contenía ingredientes propios de la buena literatura: tintes policíacos, una potente historia de amor, o interesantes conflictos diplomáticos; la segunda razón fue que pensó que también podía llegar a la verdad del caso, y aunque al poco de comenzar entendió que nunca llegaría a ese punto, sí creyó en poder escribir una novela de denuncia, capaz de incomodar, esto le pareció ya lo suficientemente importante. El público le preguntó si pasó o estaba pasando miedo por este libro, a lo que respondió que si no miedo, sí precaución. Las personas que aparecen en el libro son personajes reales, que si bien, ahora, muchas están en prisión o fuera del poder, en ese momento no lo estaban. De igual manera, presentarlo al Premio Alfaguara era una apuesta, un blindaje, y ganar el premio en 2018 el golpe definitivo para sentirse respaldado, pues para él la literatura no es sólo entretenimiento, es mucho más, en este caso, una puerta abierta a una dura realidad, importante de conocer.

En México se resuelven solamente el 4% de los delitos que se denuncian, y se denuncian el 10% de los que se comenten, con lo que se resuelven en total el 0,04% de los delitos cometidos, la cifra es pasmosa, y terrible. Esta increíble realidad, junto al resto de denuncias que aparecen en Una novela criminal, dan a conocer al lector una realidad mexicana desgarradora, todos los participantes pusimos sobre la mesa que se trata de un libro duro, que requiere de un esfuerzo, que después se ve recompensado, pues se trata al mismo tiempo, de una lectura imprescindible para conocer una realidad de la mejor pluma. 

El autor defendió el género de esta novela sin ficción, que no es una novela periodística, al estar escrita desde un punto de vista literario. Ante la pregunta de otro lector acerca de la complejidad y la cantidad de personajes, también destacó que en una novela sin ficción los personajes exceden al control y a la capacidad inventiva del escritor, los personajes son los que son, y no se pueden obviar o manipular. Y otro ávido lector destacó la interesante parte del libro de la pelea de gallos entre Sarkozy y Calderón, presidentes de Francia y México respectivamente, y cómo la opinión del narrador se entreveía más en estos capítulos que en el resto de la obra. 

Nos terminó contando la expectante primicia de que además de la radio novela, destacada por algún lector durante la tertulia por su calidad, próximamente se estrenará en Netflix una serie de la novela, actualizada con los asuntos ocurridos desde la publicación del libro hasta hoy. También nos desveló que le encanta Marruecos, y especialmente la comida marroquí, que lo ha visitado muchas veces, pero que nunca ha estado en Tetuán, así que quizás próximamente podamos verlo por la medina, o escribiendo sobre esta orilla, seguiremos leyéndole igualmente, pues la realidad que nos ofrece en cada libro es tan desgarradora como auténtica.