viernes, 16 de diciembre de 2016

La literatura española de paisaje marroquí


La lluviosa tarde del 14 de diciembre nos reunimos en el Instituto Cervantes de Tetuán en torno al mundo de la literatura y de las historias de la mano de Javier Valenzuela e Iñaki Martínez, dos grandes escritores, tan diferentes el uno del otro como interesantes, juntos o por separados, con dos grandes novelas ambientadas en la enigmática ciudad de Tánger: La ciudad de la mentira (finalista del Premio Nadal 2015), de Iñaki Martínez, y Tangerina, de Javier Valenzuela. Ambas novelas están ya disponibles en la biblioteca, donadas y dedicadas por sendos autores, que los trajeron en sus respectivas maletas para los lectores de Tetuán. ¡Muchas gracias!

Iñaki Martínez y Javier Valenzuela en conversación en el Instituto 
Cervantes de Tetuán el pasado 14 de diciembre.
Nos hablaron de la literatura española ambientada en Marruecos argumentando que se conoce más España desde la orilla marroquí que al contrario, pero que sin embargo sí hay una minoría española que se ha interesado y mucho y así lo han dejado plasmado en obras literarias desde hace dos siglos hasta ahora, comenzando por los Viajes por Marruecos de Ali Bey, el espía que Godoy envía  a Marruecos y que nos lega un libro de viajes único, seguido por Benito Pérez Galdós con Aita Tettauen, libro en el que Galdós, en una época de exaltación imperial y militarismo, declaraba que si le quitas la lengua y la religión, marroquíes y españoles somos lo mismo. La tradición continúa con tres novelas de principios de siglo; Imán, de Ramón J. Sénder; El blocao, de José Díaz Fernández; y La forja de un rebelde, de Arturo Barea. Tres novelas bélicas que, para Iñaki son realmente anti guerra pues su discurso es la negación de la guerra al justificar que no llevan a ningún sitio y que no tienen sentido ninguno, lo que las convierte en novelas muy modernas para la época.

Y prosiguieron citándo dos obras capitales del s. XX: La vida perra de Juanita Narboni, de Ángel Vázquez; y la Reivindicación del Conde don Julián de Juan Goytisolo. Sin olvidar otra novela de los años 50 de Tomás Salvador, Hotel Tánger, donde el protagonista es contratado por José Bonaparte para el espionaje, y envenenado con un té por los servicios secretos británicos. Algunas de estas referencias las recoge Valenzuela en un artículo suyo publicado este verano en la revista tintaLibre: Regreso a la ciudad de Sherezade (PDF, 700Kb), accesible desde su apartado Lecturas en PDF de su página web.

Y regresando a las dos últimas décadas recordamos a autores como Susana Fortes, gran parte de la obra sino toda de Sergio Barce, Rodrigo Rey Rosa, secretario de Paul Bowles, y Rocío Rojas Marcos. Y títulos como El año próximo en Tánger, de Ramon Buenaventura; o los dos de Lorenzo Silva: El nombre de los nuestros y Del Rif al Yebala. El público no quiso olvidar a Antonio Lozano con sus dos maravillosas novelas Harraga y Un largo sueño en Tánger; Mimoun, de Rafael Chirbes; o La kabila de Tzen de Carlos Santiago,

Y ahora Javier Valenzuela e Iñaki Martínez se suman a la preciosa lista. Valenzuela anunció, en tono cómico, que lo que más le había sorprendido del libro de su contertulio, La ciudad de la mentira, además de los ingredientes de espionaje y amor, contenidos en altas dosis en la novela, es que hay un protagonismo importante de personajes vascos, con un carisma y una determinación esencial que, unidos a la ciudad de Tánger, y de todo lo que por allí se movía, forman un cóctel perfecto para la creación de una interesante trama de intriga y pasiones. Tánger era la ciudad internacional de la famosa película Casablanca, donde se refugiaban los perseguidos de la Guerra Civil española y de la II Guerra Mundial, una ciudad con el estatuto de internacional, y con espacio para todos. Un escenario con infinidad de posibilidades, y que representa la transgresión frente a la oscura España de los años franquistas, que fascina a cualquier escritor, y que cuanto más se escriba sobre ella más crecerá en ese imaginario, real o ficticio, que animará a otras plumas a tenerlo de paisaje ideal de historias y aventuras. Para Iñaki el estado de la literatura sobre Tánger goza de muy buena salud, y piensa que el interés por Tánger seguirá además existiendo porque esta ciudad representa la utopía en el mejor de los sentidos: la convivencia cultural de tres religiones monoteístas, y unos servicios de inteligencia internacionales en estado puro. Y así nos recordó una frase de su novela, de la que está especialmente orgulloso: "Las guerras no se ganan por el calibre de los cañones, sino por la eficacia de los servicios de inteligencia". Estos servicios de inteligencia aparecen también en la novela de Valenzuela, actualizados en los albores del año 2002.

Iñaki Martínez en la Biblioteca Vicente Aleixandre minutos después de la
presentación.
Y hablando de esos maravillosos escenarios que ofrece Marruecos, sus personajes e historias, que recoge la literatura de expresión española, Valenzuela recordó conversaciones con Mohamed Chukri en la que ambos coincidían en que toda esa literatura formara parte del acervo cultural marroquí también, sin importar la lengua o la nacionalidad del escritor, y sí el paisaje, comparaba el caso con los Cuentos de la Alhambra de Washington Irving, que Granada ha hecho suyos, Valenzuela imagina un s.XXI que ha superado los colonialismos y cuya salvación pasa por la cultura, e Iñaki, por su parte, asegura creer cada día menos en las fronteras, e imagina, feliz, un mundo sin patrias ni banderas.

El público preguntó si sería posible que escribieran una novela desde el punto de vista del marroquí y no del extranjero, a lo que Iñaki respondió que sería un reto importante y muy difícil, y que Javier sin embargo, pensó que no lo sería tanto, pues al final todos los seres humanos buscan lo mismo: cubrir necesidades básicas, aspiraciones ideológicas igual de básicas (igualdad, libertad, justicia...), y el amor, que no cambia nunca y es un sentimiento tan loco como universal. 

Y para terminar, Valenzuela nos indicaba basándose en estadísticas que el 70% de los lectores actualmente son mujeres, y cada vez más son ellas también las que están detrás de lo que se lee, son también las editoras y escritoras, Parece que el mundo de las letras está en manos femeninas. Iñaki nos habló de la importancia de leer, sin importar cómo ni qué, pero leer al fin y al cabo, y con esa frase nos quedamos, leyendo... y deseando tener entre las manos próximamente el último libro de Javier Valenzuela Limones negros. Mientras tanto os proponemos la lectura de estas dos grandes novelas que se presentaron en el Instituto Cervantes de Tetuán y que tenéis disponibles en la biblioteca.


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