El pasado miércoles 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia de Género, nos reunimos en el Instituto Cervantes de Tetuán, para comentar la obra de Leonardo Padura, La neblina del ayer. Era la primera sesión del club de lectura de 2015-2016, y aprovechamos para anunciar que los siguientes clubes de este curso académico serán sobre dos novelas ejemplares de Cervantes: El matrimonio engañoso, y El coloquio de los perros; y más adelante El metro, del escritor guineo-ecuatoriano Donato N'dongo.
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Leonardo Padura en la recepción del Premio Princesa de Asturias 2015. |
La neblina del ayer nos había seducido a todos los presentes. A algunos les pareció una lectura difícil, que requiere de tiempo para leer y releer aún con sucesos muy bien organizados y posicionados en el libro, con gran variedad de personajes y saltos en el tiempo, que junto con el acervo linguístico utilizado por el autor, resulta complicado incluso para hispanohablantes.
En cuanto a la redacción del libro destacamos la riqueza verbal utilizada por el autor, muchos comentaron la rareza de algunas expresiones, a las que no estamos acostumbrados, ni marroquíes ni españoles, y fueron varios los que compartieron palabras que habían buscado después de la lectura, entre ellas: cumbila, fonda, lembo.... También alguno se dedicó a buscar localizaciones de los lugares que el autor describe de forma magistral en la novela, mostrando La Habana de dos épocas tan diferentes, la pre y la post revolucionaria. Asmae comparó las impecables descripciones de Padura en la obra con las que realiza la escritora argelina Ahlan Moustaghanmi, sobre naturaleza y obras artísticas, con una sensibilidad única que nos transporta y nos lleva de lleno a diferentes lugares y recreaciones.
Lo que más nos fascinó a todos fue la figura del personaje, Mario Conde, un policia retirado, culto, bibliófilo, amante de la música y de su país, que se dedica ahora a la compra venta de libros usados, manejando grandes conocimientos acerca del valor patrimonial y económico de todos ellos. Y pudimos compararlo con otros detectives famosos de las novelas de Lorenzo Silva o Vazquez Montalbán, personajes ricos, cultivados, que sienten gran pasión por los libros, y por los que el lector se siente rápidamente atraido. Pero lo que especialmente nos gustó de Mario Conde, es la integridad ética y moral que, después de haber visto y vivido tanta corrupción y miseria, sigue inmune en la lucha diaria contra las adversidades con las que se va encontrando. Un personaje que, aún frustrado y con poca vitalidad, mantiene unos valores en la vida, gracias a la fuerza que encuentra en su país, en su gente, especialmente entre sus amigos, a los que adora, y con los que pasa tantos momentos como puede, compartiendo todo lo que tiene, convirtiendo esos momentos en memorables.
A Jesús le gustó como Padura critica, de forma sútil y muy personal, a través del personaje de Mario Conde, el sistema. Lo compara a la forma que tiene Cervantes de hacerlo, creando un preámbulo desde el que nos cuenta la situación con varios rodeos, sin ir directamente al grano. Padura, en una entrevista realizada por Magdalena López en la revista Iberoamericana VIII, nº 28, ya comenta que utiliza la novela negra como pretexto para escribir sobre la sociedad. A Jesús el libro le parece un grito de optimismo, un puente abierto... una lucha diaria extrapolable a cualquier país y cualquier situación, en la que todos tenemos un papel muy importante.
Esa ambientación recreada en La neblina del ayer, las gentes, el desparpajo, los amigos... a Sofía le recordó a Cádiz, donde el tiempo, como en La Habana, es mucho más relativo y menos importante, pues más vale dsifrutarlo que preocuparse por él. Una bonita reflexión que podemos apreciar también en el tiempo que Mario Conde dedica a sus amigos.
Asmae nos trasladó su estudio detenido del binomio que supone el libro en muchos aspectos: dos caras de un disco de boleros, una obra estruturada en dos partes, dos historias, dos épocas, dos boleros.... Vete de mi y Me recordarás. Además, apra esta lectora tan motivada como escrupulosa, los barrios marginados que con tanta crudeza describe Padura en algunos momentos del libro, suponen un homenaje a esas zonas marginales, a sus gentes y sus preocupaciones, un importante guiño y un compromiso que demuestra las semejanzas de autor y personaje. Y rindiendo igualmente homenaje al bolero, éste nos absorbió, la música cubana nos eclipsó por unos minutos recordando la poderosa voz de Omara Portuondo, Olga Guillot... y algunos títulos imprescindibles interpretados por los más grandes de la canción cubana.
Y acabamos hablando de la lectura, de los diferentes soportes, y de cómo éstos alteran la forma de leer, así como de las causas del bajo índice actual de lectores. Y entre todos propusimos y nos animamos a seguir combatiendo esta tarea, pues para Asmae leer es contagioso. Continuamos la próxima sesión con Cervantes y sus novelas ejemplares, por un lado para conmemorar el cuarto centenario de la muerte del autor, y por otro porque tenemos diferentes soportes para su lectura: probaremos la lectura digital a través de la descarga de libros electrónicos de nuestra red, y la impresa para los que no cambian el libro físico por ninguna pantalla. Gracias a todos una vez más por hacer de esta actividad un encuentro tan placentero. Seguimos leyendo en privado hasta compartir la lectura en grupo el próximo més de febrero 2016.