viernes, 15 de mayo de 2020

Club de lectura: Aita Tettauen, de Benito Pérez Galdós


Hemos escogido a Benito Pérez Galdós para disfrutar de la lectura en estos momentos donde hay más tiempo para leer que hace unas semanas, en los que confiamos en la literatura para salir reforzados de esta crisis mundial. Quizás también ha influido en la elección del autor el hecho de que este año celebremos el centenario de su fallecimiento, que todas las actividades que se han podido realizar a finales de 2019, y los primeros meses de 2020, en torno a este gran escritor nos animan a conocer sus obras, y que las actividades que se han pospuesto, quizás nos encuentren mejor preparados, con más títulos leídos, para seguir conociendo a este genio de la literatura cotemporánea en su faceta de novelista o de historiador, a través de sus novelas o de sus Episodios nacionales.

Además del hecho de realizarlo en línea, la originalidad de este club de lectura radica en que se celebra hasta en tres ocasiones con diferentes especialistas para cada momento, desde los Institutos Cervantes de Tánger, Tetuán y Fez. Diferentes visiones de la obra contando con la experta galdosiana, Rosa Amor del Olmo, la periodista y escritora Ada del Moral, el traductor Omar Bouhachi, premio nacional de traducción 2014, y el hispanista Hassan El Arabi; y por supuesto el entusiasmo de los lectores e interesados en este escritor, que enriquecen con sus experiencias lectoras estos encuentros literarios.

Aita Tettauen, una llamada para movilizar a voluntarios a la Guerra de Tetuán. Así nos traducía, del árabe, el título Omar Bouhachi, el gran traductor de Galdós, que asegura que la dificultad de traducir las obras de este prolífico autor, que impregna sus textos con gran cantidad de referencias culturales y expresiones coloquiales, se van diluyendo a medida que se va introduciendo en su rico universo, en ese estilo realista que caracteriza sus obras, mostrando lo que hasta entonces nadie se había atrevido a mostrar: la verdadera cara de la sociedad de la época, contando la historia desde abajo, y desde dentro, con sus luces y sombras, narrando la hipocresía de las clases acomodadas, las fortalezas del pueblo español y la esperanza en las nuevas generaciones. 

La batalla de Tetuán, de Mariano Fortuny. Cubierta del libro electrónico: Aita Tettauen (Linkgua).
Don Cuco lo llama Rosa Amor, por esa pericia que demostraba en sus textos, entre la denuncia de la barbarie y el placer que quería ofrecer a sus lectores, donde posicionarse era demasaido arriesgado, para que siguieran leyéndole, recordando que su economía doméstica dependía de ello. De ahí el desencanto final, el último capítulo, una licencia que se permite Galdós para asegurarse su éxito como escritor, autocensura que él mismo se aplicaba. Rosa, gran admiradora del escritor, lleva más de treinta años estudiando y difundiendo la obra de Galdós desde la editorial Isidora, y durante el club de lectura nos introdujo en la mirada de Galdós, en su visión de denuncia de un escritor adelantado a su tiempo, feminista, ecologista, defensor de los derechos humanos...  grandes actitudes que aplicaba tanto a sus novelas como a su vida cotidiana. Una de las curiosidades personales del autor que más sonrisas despertó fue la máquina de coser que Galdós regalaba a todas sus conquistas, una forma de apoyar a que se ganaran la vida sin depender de ningún hombre.

Por esta y por otras curiosidades desveladas, con inmenso respeto y admiración, Ada del Moral nos recomendó intensamente la biografía de Benito Pérez Galdós novelada por Rosa Amor, Galdós: diálogos biográficos. Y lanzó una reflexión en torno a los personajes de los episodios, arquetipos vigentes en la actualidad, un tema que ya había surgido además en el club de lectura de Tánger: los debates familiares, las identidades móviles entre dos y tres culturas, o personajes como Juan Santiuste, que si bien en este episodio nacional parece un romántico pacifista, se acaba convirtiendo en un ególatra sin fundamento en La rapita, el episodio que sigue a Aita Tettauen, y que últimamente se están editando juntos, por la editorial Akal e Isidora (en árabe). Circunstancias que nos obligan a seguir leyendo a Galdós, maestro sutil, también de la intriga. 

Algunos lectores compartieron la oportunidad de coger de casa esos libros que les llevan acompañando toda una vida, mirándoles desde las estanterias, ediciones antiguas que han encontrado en ésta la ocasión ideal para leer y compartir la obra en compañía. También destacaron, desde la orilla marroquí, la admiración hacia el autor por el recorrido descrito en el libro, una mirada que construye la realidad pasajística de la época desde Ceuta hasta Tetuán pasando por los Castillejos, el lago Asmir, Monte Negrón o Río Martín, acompañados del intenso levante en ocasiones, el clima característico de la zona. Hasta llegar finalmente a la medina de Tetuán, con sus diferentes barrios y la alcazaba, zonas que desde aquí reconocimos con emoción, y que demuestra lo bien documentado que estaba el autor.  Esta forma de describir los paisajes trajo a colación a otro gran escritor del realismo decimonónico, Vicente Blasco Ibáñez.

También sorprendió Galdós por la lucidez de la narración y los detalles de las diferentes batallas, donde Omar nos contó cómo se documentó. Benito Pérez Galdós publicó en un periódico de la época la intención de escribir sobre la Guerra de África (o de Tetuán), y Juan Ruíz Orsatti tradujo para él de fuentes árabes la contienda, que le enviaba a través cartas. Así presenta Galdós este gran episodio, documentándose desde la visión marroquí y la española, ofreciendo uno de los episodios nacionales que más trabajo le costó escribir.

Nos dio tiempo a imaginar lo que hubiera escrito Galdós sobre el coronavirus, soñamos con rutas literarias una vez se restablezcan las comunicaciones terrestres, con la presentación de la nueva edición ampliada en árabe de Aita Tettauen, y nos animamos a seguir leyéndole a través de las recomendaciones e impresiones de los lectores. Una de las lectoras recomendó además Trafalgar y Miau. Rosa nos recomendó también algunas de sus obras imprescindibles: Marianela, Gloria, La desheredada, Doña Perfecta, Misericordia, Tristana o Electra. 

Y nosotros os recomendamos, actualmente, la lectura en formato digital de las novelas y episodios del autor, o descansar de las pantallas disfrutando de las adaptaciones dramatizadas en formato audio de los Episodios nacionales en RNE, y enriquecer las lecturas con los estudios críticos de la revista Isidora, disponible en el recurso electrónico Digitalia

Además de los diferentes enlaces de prensa, radio y televisión sobre el autor que nos ofrecen una completa visión que anima y promueve la lectura del máximo representante de la novela española después de Cervantes:

1 comentario :

  1. Si el 14 de mayo aprendimos muchas cosas en relación con Aita Tettauen, el 21 ampliamos conocimiento de la mano del crítico literario y profesor de la Universidad de Nador, Hassan Arabi. De forma amena y con gran conocimiento de causa, nos explicó que en realidad Benito Pérez Galdós nunca llegó a estar en Tetuán y sí en Tánger, todo se torció debido a un temporal que le impidió al autor llegar a Tetuán y a Ceuta, haciendo el recorrido planeado, el que aparece en Aita Tettauen. Y es que así lo revelan en las cartas que intercambiaron Ruíz Orsatti y Galdós, donde también reconoce este último que el nombre de las puertas de Tetuán están equivocadas en la narración del libro. Para los lectores, esta información revierte aún más mérito en la escritura de este episodio nacional. Cantidad de anécdotas, clarividencia en el posicionamiento histórico y político de ambos países, España y Marruecos, de la época, y un placer culminar el debate sorbe esta obra de la mano de grandes especialistas, hispanistas y apasionados lectores. Seguiremos leyendo a Galdós en 2020, y recordándole en el antiguo billete de 1.000 pesetas :)

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